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Esto es muy preocupante, y nos hace preguntarnos, ¿qué está ocasionando esta terrible situación de salud pública?
Esta es la investigación que he compilado, y pongo a su disposición para que puedan ponerla en práctica. Desafortunadamente el daño en el riñón en la gran mayoría de los casos es irreversible, por eso es mejor prevenirlo.
Causas
Nutricionales de la Deficiencia Renal
Nuestro cuerpo es increíblemente resistente a condiciones adversas, pero también tiene un límite. Algunos órganos
pueden ser dañados más allá de su punto de recuperación y auto-curación.
Nuestros riñones son sometidos diariamente a un estrés innecesario
cuando ingerimos proteínas animales, pues estas son metabolizadas en el hígado y
luego por el riñón. Pero lo que llega al riñón son sub-productos
de la proteína animal en forma de compuestos de nitrógeno que deben ser eliminados por el
riñón para mantener la pureza y estabilidad de nuestro organismo.
En estudios clínicos se ha demostrado que una alimentación reducida en proteínas
animales para pacientes renales ha disminuido la mortandad por cerca de 40%.
[1]
A la luz de las investigaciones recientes, el vínculo entre los productos alimenticios de origen animal y muchas enfermedades está soportado en la literatura científica con tanta contundencia como el vínculo entre fumar cigarrillos y el cáncer de pulmón.
Por ejemplo, los pacientes que comen carne, incluyendo pollo y pescado, fueron encontrados con el doble de posibilidad de desarrollar demencia, comparándolos con sus contrapartes que no consumieron carne en un estudio diseñado
meticulosamente[2]. La discrepancia se hizo más patente cuando se tomó en cuenta el consumo de carne en
la infancia y juventud.
La misma dieta cargada con productos de origen animal que ocasiona paros cardiacos y cáncer, también ocasiona la mayoría de las demás enfermedades prevalentes en los E.U.A. incluyendo piedras en los riñones,
insuficiencia renal [3],
fallo renal, diabetes, osteoporosis, fibrosis uterina, hipertensión, apendicitis, y
trombosis.
El problema con los exámenes de sangre para monitorear la función de los riñones
es que no comienzan a detectar problemas hasta que más del
90% de nuestros riñones han sido destruidos.
Además de esto, cargamos a nuestros riñones con todo tipo de bebidas difíciles de procesar por el riñón, como
café y gaseosas (sodas, refrescos, etc.) que contienen grandes concentraciones de químicos, ácidos, colorantes, saborizantes artificiales, y azúcar.[4]
Por lo anterior, mi sugerencia para evitar deficiencias renales es restringir al máximo las proteínas de origen animal
[5].
Como lo puede ver en nuestra sección de recetas,
no es totalmente imperioso volverse vegetariano estricto, sino más
bien reducir
el contenido de origen animal. Estamos
acostumbrados a consumir un 80-90% de las calorías diarias
provenientes de proteínas y grasas animales, y en mi libro recomiendo
que lo disminuyamos a tan sólo un 10% o menos. Con creatividad en la
cocina y/o siguiendo mis recetas, usted puede lograr una nutrición
excelente, sin sacrificar un delicioso sabor.
Estas son las
recomendaciones de los alimentos que hay que disminuír drásticamente
para prevenir enfermedades renales:
-Carne de todo tipo: cerdo, res, aves
-Huevo
-Leche y lácteos (quesos, cremas, yogurt)
-Bebidas gaseosas (refrescos o sodas como la Coca-cola, Pepsi, etc. sean de dieta o normales)
-Café (también el instantáneo y el descafeinado)
También tenemos que incrementar el insumo de agua natural purificada ó destilada, todo tipo de verduras (cocidas o crudas), frutas, leguminosas y con medida, semillas como nueces y cereales.
Espero esta información prevenga muchos trasplantes de riñón en mis
estimados lectores.
Por:
Autor del Libro La Dieta Final
(escribir un e-mail al autor)
Referencias:
[1] Kaisiske, B., et.al. (1998). A meta-analysis of the efects of dietary protein restriction on the rate of decline in renal function. Am. Journal of Kidney Disease. 31 (6): 954-61.
[2] Glem, P., beeson, W & Faser G. (1993) The incidence of dementia and intake of animal products. Neuroepidemiology 12: 28-36
[3] Wiseman, M., Hunt, R., et.al. (1987) Dietary composition and renal function in healthy subjects. Nephron. 46:37-42.
[4] Horinger, P & Imoberdorf, R. (2000) Junk food revolution or the cola colonization. Ther Umsch. 57 (3) 134-37
[5] Rosman, J. B. (1995) Protein restrictionin diet therapy in chronic kidneyinsufficiency. Ther. Umsch. 52(8): 515–18
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