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La pirámide alimenticia sugiere que debemos consumir una gran cantidad de alimentos con bajo contenido de
nutrientes, como cereales refinados, pan blanco y pasta.
Los alimentos están agrupados de modos que ya no tienen sentido. La carne, las leguminosas (según el país conocidos como frijoles, porotos, alubias, judías, habichuelas, chícharos, garbanzos, etc.)
y las oleaginosas (como nueces, pistaches, almendras, etc.) están
todos en el mismo grupo alimenticio debido a que son considerados alimentos ricos en proteína.
Sin embargo, mientras que las oleaginosas y leguminosas han mostrado reducir los niveles de colesterol y el riesgo de enfermedades cardiacas, la carne está vinculada a un
incremento en el riesgo de los mismos.
La pirámide ofrece muy poca ayuda para aquellos que realmente deseen reducir sus riesgos de salud.
A la luz de toda la información científica disponible, las recomendaciones de la USDA son una
desgracia. El gobierno de los E.E.U.U. sugiere que la gente consuma una insignificante cantidad de cinco porciones de frutas y verduras al día (e incluso el jugo de manzana se considera una porción).
Los datos son aplastantes y conclusivos; esta recomendación dietética no permite suficientes alimentos de origen vegetal para
brindar a la gente con una protección verdadera contra las enfermedades mortales que ahora son epidemias en la sociedad moderna.
Dos estudios de la Harvard Medical School de hecho pusieron a prueba en las sugerencias de la USDA en 51,000 hombres y 67,000 mujeres, y ambos estudios concluyeron que el apegarse a estas guías no tuvo efecto en el riesgo de cáncer. (*1) Se requieren mucho mayores niveles de consumo de productos agrícolas para una protección significativa. Cuando el consumo es realmente alto, la protección que se consigue es dramática. (*2)
Después de muchos años de que la población ha sido orientada para incrementar su consumo de productos agrícolas, la mitad de todos los norteamericanos (y en general de occidentales) aún no consume siquiera 3 porciones de vegetales al día. Este total incluye esos alimentos causantes de ataques cardiacos que son fritos en grasas “trans" – las papas fritas “a la francesa” y las frituras de papa.
En un día cualquiera, ni una sola fruta pasa por la boca de la mitad de todos los norteamericanos.
En 1998, el National Cancer Institute presupuestó un millón de dólares para promover las virtudes de las frutas y verduras. Compare esto con el gasto de McDonalds tan sólo en anuncios de Televisión: 500 millones de dólares. La causa más importante de todas las enfermedades que aflijen a los Norteamericanos hoy es una dieta deficiente en frutos vegetales.
En base a una revisión exhaustiva de información de investigación proveniente de todo el mundo en los 15 años pasados, mi recomendación es que su dieta debe contener más de 90% de sus calorías provenientes de alimentos vegetales no-refinados. Este alto porcentaje de alimentos densos en nutrientes de origen vegetal nos permite predecir libertad de cáncer, ataques al corazón, diabetes, y grasa corporal en exceso.
Las frutas, verduras y leguminosas deben ser la base de nuestra pirámide
alimenticia, de lo contrario usted estará enfrentando problemas de salud, tarde que temprano.
Las enfermedades que afligen, y eventualmente matan a la mayoría de los Americanos y otras personas en países occidentales pueden ser evitadas. Usted puede vivir una vida de alta calidad, libre de enfermedades y mantenerse físicamente activo y saludable.
Usted puede morir a una edad avanzada en paz y sin eventos desastrosos, como está diseñado por naturaleza. Para lograr los resultados en prevención y reversión de enfermedades, y lograr un peso corporal permanentemente saludable, debemos estar preocupados
sobre la calidad alimenticia.
Por: Vicente Victorica
Autor del libro "La Dieta Final"
© 2009 Revista Nutrición
Referencias
*1. McCullough, M. L., D. Feskanich, M. J. Stampfer, 2000. “Adherence to the dietary guidelines for Americans and risk of major chronic disease”. Ameican Journal of Clinical Nutrition 72(5).
*2. Steinmetz, K.A., y J.D. Potter, 1996. “Vegetables, fruits and cancer prevention: a review. Jornal of American Diet Association”, 96 (10); 1027-39;
La Vecchia, C. Y A. Tavani, 1998, “Fruit and vegetable consumption and human cancer. European Journal of Cancer Prevention” 7 (1): 3-8
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